Braguitas de Látex

Te recomendamos consultar la guía de tallas específica para látex disponible en nuestra web. En general, el látex tiene una gran elasticidad y se adapta a tu cuerpo con un ajuste de segunda piel. Si sueles usar una talla M en lencería convencional, la M en látex podría ser tu talla, pero si prefieres un ajuste ligeramente más holgado o tus medidas están en el límite superior, la L te ofrecerá mayor comodidad.

El látex, al ser un material no poroso, no permite que la piel transpire de la misma manera que otros tejidos. Por ello, es ideal para momentos de juego íntimo y sensualidad, pero no se recomienda para un uso diario o de muchas horas consecutivas. Su comodidad reside en el ajuste ceñido y sensual para ocasiones especiales.

Para ponértelas, es fundamental que tanto tu piel como el látex estén completamente secos. Puedes espolvorear un poco de talco o maicena en el interior de la prenda para facilitar el deslizamiento. Al quitarlas, hazlo con suavidad y sin estirar el material bruscamente. Nunca las forces sobre uñas largas o joyas que puedan perforar el látex.

Es crucial utilizar únicamente lubricantes a base de agua o silicona de alta calidad. Los lubricantes y aceites a base de petróleo, vaselina o aceites minerales degradan y dañan irreversiblemente el látex natural, pudiendo causar que se rompa. Asegúrate siempre de que el lubricante sea compatible con látex antes de su uso.

Límpialas después de cada uso con agua tibia y un jabón suave neutro, enjuagándolas bien. Sécalas siempre al aire, sin retorcer y lejos de fuentes directas de calor. Para almacenarlas, guárdalas en un lugar fresco, seco y oscuro, preferiblemente dentro de una bolsa de tela, y lejos de la luz solar directa para preservar su brillo y elasticidad.

El látex natural es generalmente bien tolerado, pero algunas personas pueden tener alergia a este material. Si es la primera vez que usas látex, te sugerimos hacer una prueba de sensibilidad en una pequeña zona de la piel antes de un uso más prolongado. Si experimentas enrojecimiento, picor o molestias, descontinúa su uso inmediatamente.

Si bien el contacto breve con el agua no daña el látex, no están diseñadas específicamente para actividades acuáticas prolongadas. El cloro de las piscinas o los productos químicos del agua caliente de la ducha pueden afectar al material con el tiempo. Además, el agua puede crear un efecto ventosa que dificulta el movimiento y la comodidad.

Sí, el brillo sensual es una propiedad inherente del material. Para mantenerlo en óptimas condiciones, puedes utilizar productos específicos para el brillo y cuidado del látex, que se aplican después de la limpieza. Un correcto almacenamiento, lejos de la luz solar y el polvo, también es clave para preservar su apariencia luminosa y seductora.

Ofrece una sensación única de suavidad fresca al contacto inicial que rápidamente se adapta a la temperatura de tu cuerpo. Su abrazo ceñido y elástico crea una «segunda piel» que realza las curvas y produce un ligero y sensual masaje con cada movimiento, aumentando la conciencia corporal y la confianza.

Absolutamente. Estas braguitas son una pieza ideal para comenzar a explorar el mundo del látex. Su diseño clásico y su ajuste seguro te permitirán familiarizarte con las sensaciones y los cuidados del material de una manera accesible y profundamente estimulante, abriendo la puerta a nuevas experiencias sensuales.

Sí, el talco sin perfumes o la maicena son excelentes aliados para facilitar el ponerte la prenda y absorber la humedad residual después del lavado, previniendo que el látex se pegue. Sin embargo, evita aplicarlos en exceso en la zona exterior si deseas mantener el brillo característico de la superficie.