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MY MAGIC WAND

Una introducción al poder suave: la filosofía sensual de MY MAGIC WAND

Hay objetos que cambian la relación con el propio cuerpo. MY MAGIC WAND pertenece a esa estirpe: una varita moderna que convierte la vibración en lenguaje, el bienestar en ritual y la curiosidad en confianza. Nacida para aliviar tensiones musculares y abrazada por generaciones como un icono del placer externo, su esencia sigue siendo la misma: precisión, potencia y una ternura vibrante que invita a explorar sin prisa.

En Erotiks entendemos que la sensualidad es una forma de autocuidado. Por eso nos atrae la coherencia de MY MAGIC WAND: su diseño sobrio, su rendimiento constante y su manera elegante de acompañar el cuerpo sin invadirlo. No grita: susurra con fuerza. No impone: acompasa tu ritmo. Y, sobre todo, celebra una idea inclusiva del deseo, donde la intensidad es una herramienta de libertad y no un fin en sí misma.

Esta es la promesa de la marca: transformar una vibración en un estado de ánimo. Liberar el cuello, los hombros, la espalda. Despertar zonas externas que piden energía y pulsación. Crear un clima en el que el placer es una extensión natural del bienestar. La varita correcta, en el momento correcto, abre caminos que parecían dormidos.

Historia, inspiración y posicionamiento: de clásico terapéutico a icono del bienestar erótico

MY MAGIC WAND comenzó su recorrido como un masajeador eléctrico de alta potencia pensado para aliviar contracturas, nervios cansados y fatiga muscular. Su eficacia técnica, sin adornos, le dio una reputación impecable. Muy pronto, sin embargo, su potencia enfocada y su cabeza amplia revelaron otra vocación: la de convertirse en una de las herramientas más influyentes de la educación sexual moderna.

Educadoras y referentes del movimiento sex-positive lo adoptaron como un aliado para hablar de placer externo, autonomía y autoestima corporal. La cultura hizo el resto. A partir de entonces, la varita fue mucho más que un masajeador: un símbolo de claridad, un “sí” a las sensaciones que el cuerpo reconoce y agradece, y una pieza clave en la historia del bienestar íntimo. Hoy, la marca se posiciona como un referente de confianza: un diseño fiel a su origen, actualizado con materiales actuales y tecnología silenciosa, que inspira respeto y deseo en la misma medida.

Su legado no se sostiene en modas, sino en la calidad de una experiencia que atraviesa décadas. Quien busca una vibración profunda y envolvente, tanto para relajar como para explorar placer externo, suele encontrar en MY MAGIC WAND un estándar de oro.

Diseño, materiales, calidad e innovación: la ingeniería del tacto

Una MY MAGIC WAND es, en esencia, una arquitectura de equilibrio: cabeza generosa y firme, cuello flexible para adaptar el ángulo, y un cuerpo que se sostiene con naturalidad en la mano. La marca trabaja con materiales modernos —en los modelos actuales, cabeza de silicona suave de grado seguro— para asegurar un contacto agradable, higiénico y resistente al uso continuado.

La forma sigue a la función

El diámetro de la cabeza, amplio y uniforme, dispersa la vibración de manera envolvente. El cuello flexible absorbe la presión para que el contacto sea preciso sin exigir esfuerzo. El resultado es un masaje que puede ser puntual o de ola, según cómo sostengas la varita y cómo acompañes tu respiración.

Potencia domada, precisión en la yema de los dedos

La marca ha refinado su motor a lo largo del tiempo para ofrecer intensidades nítidas, profundas y estables. En los modelos clásicos con cable, la energía es constante y lineal. En los modelos recargables, la libertad de movimiento se une a un control fino de velocidades y patrones. Las frecuencias más altas —que llegan hasta alrededor de 105 Hz en algunos modelos— se sienten densas pero redondeadas, nunca agresivas.

La gama actual, pensada para cada ritmo

  • Magic Wand Original (HV‑260): el clásico con cable, dos velocidades claras y esa firma vibratoria que tantos cuerpos reconocen al instante. Sencillez que no pasa de moda.
  • Magic Wand Plus (HV‑265): también con cable, incorpora control de velocidad variable mediante botones. La misma potencia, con una curva más matizada.
  • Magic Wand Rechargeable (HV‑270): recargable, con cabeza de silicona, cuatro velocidades y patrones. Libertad de movimiento y tacto sedoso, ideal para rituales que combinan relax y exploración.
  • Magic Wand Mini (HV‑135): más ligera y compacta, tres niveles que conservan el “carácter” de la varita en un formato discreto.
  • Magic Wand Micro (HV‑60): ultra-compacta, tres intensidades y cuatro patrones, pensada para acompañarte a todas partes sin renunciar a una vibración sorprendente para su tamaño.

La coherencia de la marca se aprecia en cada decisión: interfaces intuitivas, selección cuidada de materiales en contacto con la piel, y una construcción sólida pensada para durar. Nada superfluo, todo al servicio de la sensación.

Beneficios emocionales y experienciales: vibración que inspira confianza

La relación con el placer empieza a menudo por el permiso de sentir. Una varita de MY MAGIC WAND ayuda a entrar en ese estado sin necesidad de explicaciones: el cuerpo reconoce la vibración, suelta, acoge y recalibra. Esa acción física concreta —el masaje— tiene efectos emocionales profundos: despeja la mente, afloja la autocrítica y abre espacio para la curiosidad.

Bienestar y pausa activa

La marca honra su raíz terapéutica. Quienes la utilizan en hombros, espalda baja o piernas descubren que el alivio muscular y la respiración acompañada son un perfecto preludio para cualquier encuentro sensorial. Algunas personas, además, encuentran en su vibración una ayuda delicada durante el ciclo menstrual o en ejercicios de relajación del suelo pélvico, siempre escuchando el cuerpo y sus tiempos.

Placer externo sin complicaciones

Cuando la exploración se orienta al placer, la amplitud de la cabeza y la consistencia de la vibración permiten atender zonas externas con una intensidad constante, fácil de modular. Para quienes buscan estímulos firmes o han sentido dificultades para conectar con el orgasmo, la varita se convierte a menudo en un puente amable: suficiente potencia, cero fricciones innecesarias y la tranquilidad de un dispositivo fiable.

Accesibilidad y ergonomía

La potencia no exige fuerza. Esa es otra de las virtudes de MY MAGIC WAND. Muchas personas con movilidad o fuerza manual limitada aprecian que el dispositivo haga el trabajo: basta acercar la cabeza, elegir la intensidad y dejar que la vibración se ocupe del resto. Esa accesibilidad discreta forma parte del ADN de la marca.

El universo MY MAGIC WAND en Erotiks: escenarios, rituales y combinaciones sensoriales

Una varita que nació para el bienestar es, por naturaleza, una invitación al ritual. Puedes usarla en la intimidad silenciosa de tu dormitorio o convertirla en el eje de una velada compartida. Acompañar el masaje con una luz tenue, un aroma cálido o una música que respire contigo transforma el momento en experiencia.

Si te seduce la idea de una atmósfera envolvente, los pequeños detalles marcan la diferencia: un paño suave, un espejo que te recuerde que eres quien dirige el ritmo, una fragancia que te haga cerrar los ojos. En ese punto, las velas de masaje e inciensos pueden ser el hilo conductor entre el cuerpo y el espacio.

Para el contacto con la piel, si deseas mayor deslizamiento en zonas periféricas, la marca recomienda evitar fórmulas de silicona sobre la cabeza de silicona y optar por lubricantes a base de agua cuando correspondan al tipo de uso, ya que preservan el material y ofrecen una sensación ligera y táctil.

¿Rituales compartidos? La varita funciona como un tercer lenguaje entre dos cuerpos. Puede guiar un masaje de espalda que termina en un abrazo, acompañar caricias externas que se alternan con besos, o convertirse en un pulso que ambos siguen con las manos. Para quienes desean focalizar la vibración, los accesorios compatibles —como cabezales de silicona con texturas o formas más precisas— aportan variedad y personalización sin perder el carácter envolvente de la varita.

Seguridad, cuidado y durabilidad: la confianza se construye

La elegancia de MY MAGIC WAND también está en su seriedad técnica. Cuidarla es sencillo y alarga su vida útil.

  • Los modelos con cable no son impermeables; evita su uso cerca o dentro del agua. Mantén la conexión y el cuerpo del dispositivo siempre secos.
  • Varios modelos incorporan apagado automático tras un uso prolongado, una función pensada para proteger motor y material.
  • Para el contacto con la cabeza de silicona, elige fórmulas compatibles. Evita siliconas; prioriza bases acuosas.
  • Para la limpieza, apaga y desconecta. Usa un paño ligeramente humedecido con agua y un limpiador apto para juguetes, sin sumergir el dispositivo.
  • Guárdala en un lugar ventilado, sin pliegues de cable forzados y sin contacto con otros siliconados que puedan transferir pigmentos.

Si te gusta cuidar cada detalle, nuestra selección de limpieza y mantenimiento facilita el ritual posterior: paños, soluciones suaves y estuches que protegen la varita entre usos.

Otra recomendación importante: MY MAGIC WAND es una marca con una larga historia y, precisamente por su fama, existen imitaciones. Elegir distribuidores autorizados y productos con garantía es la base de una experiencia segura y longeva. En Erotiks priorizamos la autenticidad y la trazabilidad para que la confianza no sea una promesa, sino un hecho.

Accesorios y personalización: un mismo latido, infinitas maneras

Una de las riquezas de este formato es su versatilidad. Hay accesorios diseñados para modular cómo y dónde se percibe la vibración: desde cabezales de silicona con relieves suaves hasta adaptadores que concentran el contacto en puntos concretos. Para quienes disfrutan de la ergonomía avanzada, existen soportes y cojines estructurales que estabilizan la varita, facilitando un uso manos libres en determinados ángulos. El objetivo no es complicar, sino abrir posibilidades que respondan a cada cuerpo y cada momento.

En clave de pareja, los accesorios permiten jugar con distancias, presiones y texturas. En clave personal, son una invitación a escuchar cómo reacciona tu piel a cada matiz. La varita, al mantenerse externa, dialoga con el resto del cuerpo: muslos, caderas, hombros, cuello. La vibración puede ser el crescendo o el susurro. La elección es tuya.

Innovación con propósito: tecnología al servicio de la sensación

MY MAGIC WAND no persigue la innovación por la novedad, sino por el refinamiento de la experiencia. Cada actualización del motor se traduce en una vibración más estable y silenciosa; cada evolución de los botones, en un control más intuitivo; cada mejora de materiales, en un contacto más amable con la piel y más fácil de mantener.

La diversidad de la gama responde a distintas realidades cotidianas. Quien busca potencia continua y sin interrupciones puede inclinarse por los modelos con cable. Quien prioriza libertad de movimiento y maniobrabilidad, por los recargables. Quien valora discreción y portabilidad, por los formatos mini o micro. En todos, la firma es reconocible: vibración densa, confiable, sin aristas.

En el terreno de la accesibilidad, la marca entiende que un buen diseño es aquel que reduce la fricción de uso: pesos equilibrados, cabezas de tacto uniforme, controles que se accionan sin mirar. Detalles que, sumados, convierten un dispositivo técnico en un compañero cotidiano.

MY MAGIC WAND y la visión de Erotiks: placer, confianza y elegancia

La selección que curamos en Erotiks parte de un principio simple: el placer florece cuando hay confianza. Por eso, abrazamos marcas que respetan el cuerpo, cuidan los materiales y honran la intimidad. MY MAGIC WAND encarna esa filosofía con naturalidad. Es técnica y es contacto; es precisión y es poesía.

Su estética sobria dialoga con nuestra manera de entender el erotismo: sugerente, no explícito; sensorial, no estridente. Es una marca que educa sin moralismo, que invita sin presionar, que se sostiene en la calidad, no en el ruido. En un panorama saturado de promesas rápidas, su constancia se siente como un suspiro de honestidad.

En la práctica, MY MAGIC WAND se integra de forma armoniosa con otros universos sensoriales: un buen masaje antes de dormir, un momento de autorregalo tras una jornada intensa, una exploración pausada en pareja. Puedes potenciar el clima con texturas o aromas, o mantener una escena minimalista donde solo importan la vibración y tu respiración. Cuando el diseño es tan sólido, cualquier opción es válida.

Pequeñas grandes pautas para una experiencia impecable

El placer elegante suele ser el resultado de hábitos sencillos:

  • Empieza suave. Dedica unos minutos a despertar la piel; deja que el cuerpo marque el camino.
  • Explora ángulos. El cuello flexible está para eso: a veces un giro leve cambia toda la sensación.
  • Respira con la vibración. Inhalar cuando sube la intensidad y exhalar al cambiar de zona ayuda a integrar el estímulo.
  • Combina temperaturas. Una manta caliente o un gel fresco en zonas periféricas pueden refinar la percepción global.
  • Crea atmósfera. Una luz baja, una playlist suave y, si te apetece, el toque aromático de las velas de masaje e inciensos preparan un terreno magnético.
  • Cuida la higiene. Un gesto de limpieza tras el uso prolonga la vida del dispositivo y protege los materiales; recuerda la compatibilidad de productos y elige bases de agua cuando corresponda.

Una firma cultural que trasciende generaciones

Pocas marcas han influido tanto en la conversación sobre el placer externo y el bienestar como MY MAGIC WAND. Parte del secreto está en su honestidad: no pretende reemplazar nada, no compite con el cuerpo; lo acompaña. Su legado se alimenta de relatos auténticos de personas que encontraron en su vibración un idioma directo, un modo de decir “sí, así” a sensaciones que parecían esquivas.

Ese impacto cultural no es casualidad ni marketing: es el resultado de una ingeniería lograda, una escucha atenta y el compromiso de sostener un estándar mientras el mundo cambia. Por eso, cuando uno sostiene una MY MAGIC WAND, siente algo más que un masajeador. Siente una historia, una comunidad, una promesa cumplida.

Cierre: una invitación a tu propio ritmo

Quizá busques un masaje que borre el día de tus hombros. Quizá quieras un impulso sensorial que se convierta en rito nocturno. O quizá desees descubrir cómo responde tu piel a una vibración que ha marcado épocas. Sea cual sea tu camino, MY MAGIC WAND te propone un encuentro honesto: potencia domada, diseño atento y una cercanía que sitúa tu bienestar en el centro.

Deja que el tiempo se estire. Que el cuerpo elija. Que el pulso de la varita encuentre el tuyo. Y cuando cierres los ojos, recuerda: la elegancia siempre ha sido eso, el arte de hacer sencillo lo que de verdad importa. Aquí, cada detalle —desde el tacto de la silicona hasta la calidez de una luz tenue, desde la suavidad de un paño hasta el cuidado final de la limpieza y mantenimiento— dibuja un refugio al que regresar una y otra vez.

MY MAGIC WAND honra lo esencial. Tu experiencia le da sentido.

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